Tonatiuh

Tonatiuh es una de las muchas deidades solares que adoraban los aztecas, pero no era simplemente una Deidad solar mas, el era la principal figura de referencia en cuanto a deidades solares aztecas se referían. Incluso muchos creían que se trataba del mismísimo sol, que surcaba los cielos a su propio tiempo.

Muchos pensaban que Tonatiuh representaba al quinto dios del sol, aunque ninguno solía ponerse de acuerdo con eso, lo cierto era que para ellos Tonatiuh era una deidad de piel roja, con una corona de plumas de águila sobre su cabeza que le permitía volar por el cielo y un disco dorado. 

Sin embargo, como pasa con muchas deidades aztecas, este Dios no era del todo bueno, era incluso hasta temido, por lo cual hubo muchos sacrificios y guerras a su nombre principalmente involucró batallas entre aztecas y tlaxcaltecas. Guerras sagradas que se utilizaban para honrar al dios. Para hondar mas en que representaba Tonatiuh y como era adrado en la antigüedad  siga leyendo.

¿Quién es el dios Tonatiuh?

Tonatiuh, en la mitología azteca, es el dios del sol y una de las deidades más importantes del panteón mexica. Representa la fuerza vital y la energía que da vida a todo en la Tierra. Está estrechamente vinculado con los guerreros y las batallas, siendo el patrón de los guerreros aztecas, especialmente los guerreros jaguar y águila.

Orígenes

Dentro de la mitología azteca, se cree que Tonatiuh emergió como el Quinto Sol, después de la caída de los cuatro soles anteriores. Cada uno de estos soles representa una era específica en la cosmovisión azteca, y Tonatiuh es el sol de la era actual.

Representaciones en el arte

Las representaciones de Tonatiuh son icónicas y distintivas. Con su piel roja, aretes colgantes y circulares, y una diadema amarilla adornada con anillos de jade, Tonatiuh es fácilmente reconocible en el arte azteca. Una de las imágenes más famosas es la que aparece en la piedra del sol, donde su rostro domina el centro de este disco calendárico.

Significado de Tonatiuh

El nombre «Tonatiuh» se deriva del verbo azteca “Tona”, que significa brillar o emitir luz. En la vasta cosmovisión azteca, esta entidad representa mucho más que el sol físico en el cielo.

Es una alusión directa a su papel como la entidad que ilumina el mundo, no solo física sino espiritualmente. No solo es una figura celestial, sino también un símbolo de renacimiento, poder y energía vital que fluye a través del cosmos y de todos los seres vivientes.

Tonatiuh y la guerra

Siendo el patrón de los guerreros, la relación de Tonatiuh con la guerra es fundamental. La batalla diaria del sol, desde el amanecer hasta el anochecer, era vista como una representación del conflicto eterno y la lucha de la vida misma.

Se creía que Tonatiuh daba fuerza, valentía y protección a los guerreros en batalla. Así, los guerreros aztecas se veían a sí mismos como los protectores del sol y, en consecuencia, de la totalidad del mundo mexica.

Además, el acto de sacrificio a Tonatiuh no solo estaba relacionado con la idea de nutrir al dios del sol, sino que también simbolizaba la renovación constante de la energía vital del universo.

La relación entre Tonatiuh y el oro

El oro, con su brillante resplandor amarillo, era una representación terrenal de Tonatiuh. Para los aztecas, este metal precioso, referido en su lengua como «cuztic teocuitlatl», era una manifestación de las «excreciones divinas» del dios solar.

No solo era un material de gran valor en términos de comercio y artesanía, sino que también tenía un profundo significado espiritual y ritual. Las joyas de oro, los ornamentos y las ofrendas eran una forma de honrar y reflejar la luz de Tonatiuh, así como de traer su bendición y protección.

La necesidad de sacrificios

El culto a Tonatiuh estaba impregnado de la necesidad de sacrificio. Los aztecas creían firmemente que el sol requería la energía vital, simbolizada por la sangre, para continuar su viaje diario por el cielo.

La creencia en la necesidad de mantener a Tonatiuh satisfecho mediante sacrificios estaba tan arraigada en la cultura azteca que se llevaron a cabo elaboradas ceremonias y rituales en su honor.

Se pensaba que, sin los sacrificios adecuados, Tonatiuh podría detenerse en su viaje, sumiendo al mundo en la oscuridad, lo que traería consigo desastres y catástrofes.

Esta perspectiva impulsó a los aztecas a realizar actos de devoción extrema en su deseo de mantener el equilibrio cósmico y la armonía en su mundo.

¿Qué representa el dios del sol Tonatiuh?

Tonatiuh

Tonatiuh además de ser la representación del sol, también era el protector y patrón de los guerreros aztecas, en especial a los poderosos guerreros jaguar y águilas. Según la mitología el nombre de Tonatiuh proviene del verbo azteca “Tona” cuyo significado es brillar o emitir luz., a Tonatiuh también se le conocía con el nombre de Cuauhtlehuanitl “Águila ascendente” o Cuauhtemoc el “Águila descendente”.

Su nombre en el calendario maya era Nahui ollin, También la palabra azteca para referirse al oro («cuztic teocuitlatl») significa «excreciones divinas amarillas”, lo cual hacía referencia a que el oro eran excreciones de la deidad solar.

Como era patrón de los guerreros, también se le asociaba a la guerra y como era un dios solar, los aztecas creían que su poder podía controlar el clima, por lo cual era de suma importancia mantener al Dios contento.

Dado a estas características que lo representan, Tonatiuh era uno de los dioses a los que más sacrificios sangrientos se les hacía, obligando a los guerreros a salir a buscar guerra con sus vecinos, con el único objetivo de sacrificar más vidas enemigas para su dios.

Debemos recordar que ellos creían ciegamente, en que si estos sacrificios no se llevaban a cabo, la furia del sol se desataría, creando desequilibrio y catástrofes naturales, como sequias o inundaciones. Es por ello que Tonatiuh era tan respetado, temido y adorado por los antiguos aztecas

Cuando hablamos del arte Tonatiuh era representado con  aretes colgantes y circulares, también tenía la piel roja y una barra nasal cuya punta tenía una joya. Lleva una diadema amarilla decorada con anillos de jade y, a menudo, se le asociaba con un águila.

Una de las imágenes más famosas de Tonatiuh es la representada en el rostro de la piedra de Axayacatl, la famosa piedra del calendario azteca que también era llamada la piedra del sol, el rostro de Tonatiuh representa el mundo azteca actual, el Quinto Sol, mientras que los símbolos que lo rodean representan los signos calendáricos de las últimas cuatro eras.

En la piedra del sol se puede observar al dios con la lengua afuera. Para los guerreros aztecas, su adoración y culto era muy importante, ya que se sentían protegidos a la hora de ir a la guerra. Por lo cual, como agradecimiento al dios por su protección, se le era ofrecido un sacrificio humano, con el corazón de los enemigos que habían sido capturados.

El sacrificio del corazón, inmolación ritual por desgarramiento del corazón (o Huey Teocalli en azteca) era un sacrificio ritual al dios del sol, en el que se arrancaban los corazones del pecho de los cautivos de guerra. Esto tiene mucho que ver en cómo eran ellos a la hora de adorar al Dios.

Más allá de su relación con la guerra y los guerreros, Tonatiuh desempeñaba un papel crucial en la cosmovisión azteca. Representando al Quinto Sol, era el sol actual en su mitología, y las eras anteriores tuvieron otros soles. Cada era terminaba en destrucción y renacimiento, y Tonatiuh era el sol de la era actual, la cual, según las creencias aztecas, también estaba destinada a terminar.

El ferviente deseo de los aztecas de mantener a Tonatiuh en movimiento en su viaje diario por el cielo es una de las razones principales de los sacrificios. Cada amanecer era visto como una batalla que Tonatiuh libraba contra las tinieblas, y los sacrificios eran esenciales para darle la fuerza necesaria para superar la oscuridad y renacer al día siguiente.

También vale la pena mencionar que Tonatiuh no era sólo una figura de miedo o reverencia. Los aztecas creían que, al alimentar al sol con sacrificios, también estaban asegurando la fertilidad de sus tierras y la prosperidad de sus cosechas. En ese sentido, su relación con Tonatiuh era recíproca; cuidaban del sol, y a cambio, el sol cuidaba de ellos.

Es importante entender que, aunque estos conceptos pueden parecer extraños o brutales desde una perspectiva moderna, para los aztecas eran parte integral de su forma de ver y entender el mundo. La relación entre los seres humanos, la naturaleza y lo divino estaba intrincadamente entrelazada en su cultura y religión.

¿Cómo adoraban al dios Tonatiuh?

Para entender la forma en la que Tonatiuh fue adorado, hay que entender como era el mito.  Tonatiuh al ser un dios solar está muy asociado al mito azteca de la creación.

El mito nos cuenta que después de que el mundo estuvo oscuro durante muchos años, el sol apareció en el cielo por primera vez, pero se negó a moverse.  

Es por ello que los habitantes tenían que sacrificarse, para proveer al sol con sus corazones y de esa forma impulsar al sol en su curso diario. Muchos años y muchos dioses pasaron, pero Tonatiuh gobernó la era bajo la cual vivieron los que serian llamados los aztecas, por lo cual sería la era del Quinto Sol.

Colocándolo a él como el quinto sol. Según la mitología azteca, el mundo había pasado por cuatro edades solares: La primera era, o Sol, estaba gobernada por el dios Tezcatlipoca, la segunda por Quetzalcóatl, la tercera por el dios de la lluvia Tlaloc y la cuarta por la diosa Chalchiuhtlicue.

La quinta y ultima fue gobernada por Tonatiuh. Cuenta  la leyenda que durante esta era, el mundo estaría lleno de comedores de maíz (o los hombres de maíz) y sin importar lo que sucediera, el Fin del mundo llegaría violentamente, a través de un terremoto.

A la hora de adorar al dios, se les ofrecían sacrificios humanos El sacrificio del corazón o Huey Teocalli, Este sacrificio ritual, no solo era como agradecimiento por ayudarlos a vencer al enemigo, sino que también ayudaba a que la noche y el día, así como las estaciones lluviosa y seca, no se alteraran, esto llevo a los aztecas a crear guerras innecesarial, para que el equilibrio del mundo siguiera en armonía, guerras que se llevaban a cabo en especial contra los habitantes de Tlaxcallan.

A estas guerras para llevar a cabos sus sacrificios se les llamaban «campos quemados por agua» (atl tlachinolli), la «guerra sagrada» o «guerra florida». Los principales participes de estos sacrificios de sangre, era la casa guerrera de los Quauhcalli o «Casa del Águila» y su santo patrón era Tonatiuh, a los guerreros que participaban en estas batallas sagradas, se les conocía como los Tonatiuh Itlatocan o «hombres del sol».